martes, 8 de noviembre de 2016

¿Y LA ADMISNISTRACIÓN 4.0?




Resultado de imagen de administracion 4.0Industria 4.0, el futuro ya está aquí. Indiscutiblemente es cierto, la mejora de la productividad por la vía de la mejora de la eficiencia pasa por la utilización de todos los medios a nuestro alcance, y por lo tanto, por el uso de las nuevas tecnologías. Por lo cual es un acierto la labor de difusión, mentalización, e incentivación de las administraciones para evitar que nuestro tejido industrial pierda este tren.

Lo que no acierto a entender es como, si son conscientes de esa necesidad de modernizarse, no hacen una mínima reflexión introspectiva para ver que sin duda son ellos los que más atrás se han quedado y que con urgencia necesitan una profunda adaptación a estos nuevos tiempos para evitar seguir siendo un pesado lastre para nuestro desarrollo social y económico.

La Administración 4.0 es ya una realidad. Se puede realizar una pronta y fácil migración a un sistema inteligente que facilite y dinamice la actividad del entorno. Abandonar el cálido refugio de la burocracia y avanzar hacia una administración ágil, eficiente, que facilite la relación administración/administrado no sólo es posible y sencillo de implementar, es una necesidad.  El objetivo de cualquier  gobernante debería ser dar servicio a sus administrados, facilitando el desarrollo de sus actividades económicas y sociales, y atender sus necesidades. Todo ello sin entorpecer, retrasar y dificultar la prestación, control y mantenimiento de esos servicios.

A nadie se le escapa que una de las mejoras que genera lo que los alemanes han llamado Industria 4.0 y los americanos denominan Smart Factory es la interconectividad, algo de lo que claramente carecen nuestra administraciones, siendo este el camino para establecer una correcta colaboración entre instituciones que de una vez por todas haga fácil lo que ahora es el  farragoso, largo y caro mundo de los trámites administrativos.

Desgraciadamente son numerosas las noticias de actividades que emigran y servicios que se buscan en otros lugares que han sido capaces de reducir las trabas y costes administrativos que genera aquí nuestra tradicional burocracia, lo que supone un freno más a los esfuerzos por salir de esta dura crisis. Todo ello es el resultado de la falta de ideas y de conocimiento del entorno que demuestran nuestros políticos, los cuales se esfuerzan en buscar recetas para otros, cuando son las instituciones que ellos dirigen uno de los principales inconveniente al dinamismo que toda económica necesita.

Ante informes internacionales que nos señalan como un  país que dificulta la realización de negocios, en vez de implementar soluciones, lo único que hacen es crear otro organismo dedicado a recoger sugerencias, al tiempo que proclamamos los esfuerzos para atraer inversión foránea. Lo lógico sería que antes de embarcarnos en la venta de las excelencias de invertir aquí utilizásemos los medios que la tecnología actual nos proporciona para hacer que  nuestra administración e infraestructuras sean realmente eficientes y un aliciente para futuros inversores. Debemos dejar de anteponer los intereses personales de aquellos que dirigen los distintos organismos en aras de buscar la colaboración institucional, situar a los funcionarios en donde realmente deben estar, haciendo aquello para lo que se les ha contratado e impedir que se conviertan en una barrera más para que de esta forma podamos convertir a nuestra administración en un motor y no, como lo es ahora, en una rémora para el desarrollo, la modernización, la competitividad y la recuperación de nuestra economía.

domingo, 17 de abril de 2016

NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA



Desde hace tiempo se ha venido diciendo que Vigo necesita de una profunda reflexión. Muchas son las voces que de forma más o menos clara denuncian las deficiencias que hacen que nuestro entorno sea poco competitivo y no posea un entramado económico dinámico, moderno, flexible y sostenible. Así como muchas son las ideas para posibles soluciones. Desafortunadamente todo suele quedar en nada porque siempre hemos estado huérfanos de personas, organizaciones, o instituciones capaces de liderar, trasladar, articular, proponer, y tutelar los cambios que necesitamos para que realmente estemos a la altura a la que algunos de nuestros  empresarios y empresas consiguen estar a nivel individual.

Cierto es que a nivel colectivo existen grandes ambiciones: ser la capital de la Euroregión Atlántica, influir en España y Europa. Pero nadie es capaz de liderar este sentimiento.

Contamos con instituciones fuertes tanto en su capacidad de gestión como en su posición económica pero con una escasa capacidad para coordinarse y realizar esfuerzos en la misma dirección.

Reciente ha asumido la presidencia de una de esas instituciones, la Autoridad Portuaria de Vigo, D. Enrique López Veiga y con él, aparentemente, surge un leve rayo de esperanza. Desde la presidencia del Puerto se ha puesto a trabajar para la redacción de un nuevo plan estratégico, además han tenido la visión de coordinar su redacción con el nuevo proyecto de la comisión europea “Blue Growth”. Para ello se han constituido catorce grupos de trabajo interdisciplinares que deberán detectar las deficiencias y necesidades de sus correspondientes áreas y realizar aportaciones para mejorar  la competitividad y  eficiencia del puerto, así como potenciar el desarrollo económico del entorno. Todo ello encaminado a conseguir el crecimiento sostenible de todas las actividades relacionadas con los sectores marino y marítimo.

El nuevo plan estratégico del puerto, si se termina con celeridad, podría llegar a ser una propuesta pionera  para “Blue Growth” lo que además de los beneficios directos de la elaboración y desarrollo del plan, permitiría el apoyo europeo al desarrollo de las medidas propuestas y una clara mejora de nuestra imagen internacional.

Pero paralelamente hemos tenido otra desafortunada noticia que ha movilizado el entorno del puerto, levantando  voces que denuncian sus deficiencias y exigen soluciones. A este movimiento, que el nuevo presidente del puerto está liderando para promover mejoras que eviten que esto  vuelva a suceder y entrar definitivamente en un círculo virtuoso que permita la mejora y el crecimiento constante y sostenible, se ha apresurado, esta vez, a ofrecer su colaboración el Ayuntamiento de la ciudad. Me refiero, como no, al anuncio de abandono de Maerks del puerto de Vigo. Seguramente aquello de “no hay mal que por bien no venga”, sin duda es verdad.

Ahora solo nos queda que el ejemplo cunda, aprovechar el momento, y que surja esa persona, organización o institución que lidere el desarrollo de nuestra ciudad para ocupar el puesto que nos corresponde en Galicia, España y Europa.