Desde hace tiempo
se ha venido diciendo que Vigo necesita de una profunda reflexión. Muchas son
las voces que de forma más o menos clara denuncian las deficiencias que hacen
que nuestro entorno sea poco competitivo y no posea un entramado económico
dinámico, moderno, flexible y sostenible. Así como muchas son las ideas para
posibles soluciones. Desafortunadamente todo suele quedar en nada porque
siempre hemos estado huérfanos de personas, organizaciones, o instituciones
capaces de liderar, trasladar, articular, proponer, y tutelar los cambios que
necesitamos para que realmente estemos a la altura a la que algunos de nuestros empresarios y empresas consiguen estar a nivel
individual.
Cierto es que a
nivel colectivo existen grandes ambiciones: ser la capital de la Euroregión Atlántica,
influir en España y Europa. Pero nadie es capaz de liderar este sentimiento.
Contamos con
instituciones fuertes tanto en su capacidad de gestión como en su posición
económica pero con una escasa capacidad para coordinarse y realizar esfuerzos
en la misma dirección.
Reciente ha asumido
la presidencia de una de esas instituciones, la Autoridad Portuaria de Vigo, D.
Enrique López Veiga y con él, aparentemente, surge un leve rayo de esperanza. Desde
la presidencia del Puerto se ha puesto a trabajar para la redacción de un nuevo
plan estratégico, además han tenido la visión de coordinar su redacción con el
nuevo proyecto de la comisión europea “Blue Growth”. Para ello se han constituido
catorce grupos de trabajo interdisciplinares que deberán detectar las deficiencias y
necesidades de sus correspondientes áreas y realizar aportaciones para mejorar la competitividad y eficiencia del puerto, así como potenciar el
desarrollo económico del entorno. Todo ello encaminado a conseguir el
crecimiento sostenible de todas las actividades relacionadas con los sectores
marino y marítimo.
El nuevo plan estratégico
del puerto, si se termina con celeridad, podría llegar a ser una propuesta
pionera para “Blue Growth” lo que además
de los beneficios directos de la elaboración y desarrollo del plan, permitiría
el apoyo europeo al desarrollo de las medidas propuestas y una clara mejora
de nuestra imagen internacional.
Pero paralelamente
hemos tenido otra desafortunada noticia que ha movilizado el entorno del
puerto, levantando voces que denuncian
sus deficiencias y exigen soluciones. A este movimiento, que el nuevo
presidente del puerto está liderando para promover mejoras que eviten que esto vuelva a suceder y entrar definitivamente en
un círculo virtuoso que permita la mejora y el crecimiento constante y
sostenible, se ha apresurado, esta vez, a ofrecer su colaboración el
Ayuntamiento de la ciudad. Me refiero, como no, al anuncio de abandono de Maerks
del puerto de Vigo. Seguramente aquello de “no hay mal que por bien no venga”,
sin duda es verdad.
Ahora solo nos
queda que el ejemplo cunda, aprovechar el momento, y que surja esa persona,
organización o institución que lidere el desarrollo de nuestra ciudad para
ocupar el puesto que nos corresponde en Galicia, España y Europa.